domingo, 31 de mayo de 2009

Soluciones concretas, el ejemplo europeo: La brecha digital en relación al mundo rural y a la tercera edad.

Dentro del mundo rural, cuyo entorno está sufriendo una importante deslocalización, podemos pensar que el incluir las nuevas tecnologías en un medio así puede llevar automáticamente a que sus habitantes tengan similares medios y oportunidades que podría tener una empresa radicada en una capital de provincia.

De todos es sabido no obstante que el crecimiento de la presencia de las nuevas tecnologías no ha hecho otra cosa que incrementar la Brecha Digital entre el medio rural y el urbano. El cerrar esta brecha es una tarea ardua para nuestros dirigentes ya que, se deben de conjugar tanto aspectos humanos como institucionales. Es decir, no es necesario tan sólo disponer de la tecnología al alcance de la mano, sino sobretodo el saber utilizarla y sacarle el máximo partido.

Un caso interesante a considerar es Finlandia, un país marginal en términos geográficos y de importancia económica (desarrollo industrial en base a materias primas como el forestal en su caso), que fue arrastrado por la caída de su principal socio, Rusia (antigua URSS). En medio de todo el proceso de reconstrucción, se crearon la mayor parte de sus políticas, que aún siguen vigentes.

Es por ello que, a la hora de buscar nuevos clientes, el gobierno finlandés se fijó en el cabeza de lista: EE.UU. y Japón. Y como medida adicional, surgió la creación de Tekes, centros de desarrollo tecnológico cuyos únicos fines son el organizar y ejecutar las políticas gubernamentales en lo referido a la tecnología. Los Tekes derivan del Ministerio de Industria y su objetivo es el de promover la competitividad de la industria por medios tecnológicos, así como diversificar y aumentar la producción según se demanden las exportaciones para crear empleo y bienestar social. Estos Tekes se encuentran situados en zonas áridas y desérticas, pero en su interior albergan lo más avanzado e inusual de la tecnología europea. Un verdadero ejemplo a seguir por el resto de los gobiernos del continente.


Otro caso a comentar es el de Asturias y sus Telecentros, repartidos a lo largo de la escarpada orografía del Principado. Las distancias no son largas en esta comunidad, pero los accesos sí son complicados. Se optó entonces por crear una red de locales, 85 en la actualidad, radicados generalmente en zonas rurales de difícil acceso, que sirvieran como nexo de unión entre ellos y que permitieran a sus ciudadanos el acceso a las tecnologías de la información e internet.

Gracias a estos centros, personas de la tercera edad pueden hablar diariamente con familiares emigrantes, discapacitados pueden eliminar las barreras de accesibilidad e interaccionar con la red de la misma forma y manera que cualquiera y ganaderos se comunican diariamente con los servicios de información generales para poder tener acceso e incluso tramitar subvenciones y ayudas que se adapten a sus circunstancias.

Fuentes: www.wikipedia.org
www.asturiastelecentros.com

domingo, 17 de mayo de 2009

¿Que es la Brecha Digital?


En el mundo de hoy, ya sea para una persona, empresa u organización, el poder acceder a las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) es un requisito importante para participar de una sociedad cada vez más dependiente de la tecnología. El concepto de brecha digital se usa para cuantificar la diferencia existente entre sectores que tienen acceso a las herramientas de la información y aquellos que no lo tienen.

En el corto plazo, existen factores que parecieran jugar a favor de la reducción de la Brecha Digital en Chile, dentro de los cuales se encuentran: Tratados de libre comercio y una consecuente baja de precios en equipos y costos de acceso. Esperado crecimiento económico. La expansión del acceso comunitario a banda ancha vía escuelas, Infocentros y cibercafés. Posibilidad de capacitaciones mediante organizaciones como el SENSE. Estos dos últimos puntos serán particularmente importantes para las familias chilenas más pobres, que todavía no disponen de ingresos para tener un computador en sus hogares, ni menos una conexión a Internet.

De esta manera, la disminución de la brecha digital debe ser un esfuerzo común entre el sector público y privado. Por una parte con el Estado impulsando la acción subsidiaria orientada hacia zonas alejadas o rurales, así como a comunidades de bajos ingresos y microempresas, y por otra parte los privados desarrollando mejores ofertas para sectores de menores recursos, o insertándose en planes de cooperación social que les permita por ejemplo beneficios tributarios.
Actualmente el personal calificado en Chile no es suficiente, por lo que la capacitación a través de organismos como el SENSE resulta indispensable. Esta capacitación junto con una alfabetización digital se podrían transformar, no sólo en mejores oportunidades de desarrollo, sino que también en una mejor calidad de vida para los chilenos.
Como punto de reflexión, es importante recordar que la actual brecha tiene su origen en una importante medida, a las grandes diferencias de distribución del ingreso, con lo que el esfuerzo del gobierno a través de proyectos como la red enlaces o el SENCE, no es suficiente, ni resulta ser la solución de fondo al problema. Para terminar con la brecha, se requiere un consenso y trabajo público-privado en pro de disminuir las diferencias existentes, en ingresos, educación y oportunidades.Entendemos muy poco la brecha digital que existe hoy en Chile y no nos damos cuenta de la tremenda resonancia que provoca no tener un país capacitado digitalmente, y no sólo digitalmente, si lo vislumbramos a un nivel macro, la brecha social que se asienta en nuestro país.
Según una encuesta nacional realizada a los consumidores de productos de Telecomunicaciones, se llegó a la conclusión que Internet es el servicio que más creció entre los hogares chilenos, con un aumento en los últimos 6 meses que fue de un 5% hasta un 30%.
La anterior es una buena noticia toda vez que reduce la Brecha Digital, pero si analizamos el total de la población en Chile, considerando áreas urbanas y ruarles, se debe señalar que sólo tres de cada 10 hogares poseen servicio de Internet.
Por otro lado estudios internacionales e independientes del Gobierno y de las empresas proveedoras de Internet en Chile, señalan que este servicio es un 35% a un 45% más caro que el mismo servicio prestado en Argentina, por los mismos proveedores que en Chile.
A pesar del anterior panorama que muestra un área economía en crecimiento, que genera gran cantidad de empleo y adquisición de bienes y servicios, es importante reiterar que en Chile en comparación a países de igual desempeño económico, los servicios de telecomunicaciones son en promedio hasta un 25% más caros, con una efectividad de cobertura nacional de solo un 30% al 35% en el caso de Internet, y de un 58% en telefonía fija. Poco para una Nación que se dice esta en vías de Desarrollada.
Este escenario no es sólo responsabilidad de las empresas proveedoras de los servicios, ya que las mismas se mueven en el marco legal vigente, y en las oportunidades de negocios que se dan en el medio.

Fuente: www.elrancahuaso.cl